Ayer alguien me comentó que es muy difícil controlar la rabia, que no te afecten las acciones y las palabras de las personas con las que te relacionas.

¡Pues SÍ!
No nos vamos a engañar... Frente a un estimulo X, se desencadena una rápida llamada y te sube el "demonio de Tasmania" a tope de adrenalina dispuesto a destruir con las mejores palabras o acciones al contrincante en cuestión.

Pero tenemos una buena noticia, con la práctica podemos controlarlo, darle una tila y acostarlo y decidir TÚ, como quieres reaccionar tomando consciencia de la realidad.

Algunas de las recomendaciones son:

Cuando ves que va despertando "the Devil", haz una gran inspiración durante 6 segundos, mantén el aire unos segundo y suéltala lenta. Repítelo 3 veces o las veces que necesites.
6 segundos necesitas para que los químicos cerebrales que causan el secuestro de la amígdala se dispersen.

¡No contestes de inmediato ese mensaje o mail o conversación, aléjate y ponte a hacer otra cosa! Ya lo harás más tarde con mejor consciencia de la situación.

Si es posible en ese momento muévete aumentando tu ritmo cardíaco. ¡Estará en aumento pero hay que subirlo más!
Haz ejercicio, practica sexo, camina durante 20 minutos y si puedes sal fuera contacta con la naturaleza.
¿Sabías que cuando aceleramos el corazón, generamos oxitocina, betaendorfina, desconectando la amigdala del hipotalamo que son los encargados de la IRA? ¡Pues ahora ya lo sabes, practica!

Escribe en un papel todas las emociones. Al escribir activamos la zona pre frontal izquierda de nuestro cerebro y enfriamos esa emoción.

Si quieres mejorar tu ira, rabia u otras emociones contacta con nosotras.